La necesidad de proteger los bienes ha estado presente en los seres humanos desde el mismo momento en que comenzaron a tener conciencia del valor de las cosas. Por eso la pregunta de ¿cuál es la cerradura y cuál es el tipo de llave más segura?, nos las hacemos hoy día recurrentemente.
Desde que los seres humanos comenzaron a darle valor a los objetos materiales, surgió la necesidad de protegerlos de otros humanos. En una primera instancia, quizás optó por esconder estos objetos de la vista de otros, ocultándolos en algún agujero cubierto con alguna piedra.
Al ir evolucionando culturalmente esta necesidad continúo creciendo, en la medida que crecían sus pertenencias o bienes materiales. De esta manera se inició una competencia de ingenio por la elaboración de mecanismos que permitieran resguardar las pertenencias de las que otros intentaban apropiarse de ellas.
La cerradura moderna se deriva del antiguo pasador horizontal de madera, instalado en la parte posterior de la puerta, el cual se hacía deslizar por una especie de guía, para terminar encajado en un agujero perforado en algún muro o marco.
Este pasador para aumentar la seguridad requirió ser trabado por una cuña de madera vertical, la cual a su vez requirió de una espiga metálica doblada. Si dejamos un agujero que permita mover la cuña desde el exterior tendríamos la primera llave.
A partir de este concepto original, y aupada por la necesidad creciente de protección y el progreso en las tecnologías de materiales, evolucionó la cerradura y la llave como elemento que permitía trabar y destrabar a un pasador.
En el siglo XIX, ocurre un punto de inflexión en la evolución de la tecnología de las cerraduras y las llaves cuando Linus Yale patentó en 1848 la cerradura de tambor de levas, la cual fue posteriormente modificada y mejorada por su hijo en 1861.
El invento de Yale se convirtió en el punto de partida de la cerrajería moderna y la base para la tecnología más extendida de llaves y cerraduras.
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ToggleLlaves tradicionales
Son pequeñas piezas metálicas elaboradas de latón, acero o aluminio, la cuales presentan una espiga plana acanalada, con un perfil en forma de sierra. Por lo general tienen uno de sus extremos más anchos y con forma redonda u ovalada cuyo propósito es facilitar realizar el movimiento de giro requerido para trabar o destrabar el mecanismo de la cerradura.
El patrón aserrado está realizado para que se produzca el alineamiento de un conjunto de pines en el interior de la cerradura una vez introducida la llave. Esto permite la liberación del tambor o rotor y el giro de la llave para trabar o destrabar el mecanismo de la cerradura. Solo si el perfil de la llave es el correcto se logra la alineación de los pines.
Llaves antiguas
Las llaves antiguas eran piezas metálicas con una espiga cilíndrica y veces perforada a manera de tubo y terminada en una especie de paleta con un patrón con cortes y acanaladuras.
El otro extremo, destinado al manejo de la llave, generalmente tenía forma de un anillo circular u ovalado. Como las cerraduras eran objetos artesanales, no producidos en serie, solo la llave hecha para esa cerradura podría girar para hacer funcionar el mecanismo.
Llaves de bombines anti-bumping
El bumping es una técnica desarrollada por los cerrajeros para abrir las cerraduras basadas en el mecanismo de pines, lamentablemente la técnica es bastante sencilla y ha pasado a ser de dominio generalizado, incluyendo a personas que se dedican a realizar robos de propiedades.
La técnica del bumping consiste en introducir una llave dentro de la cerradura para luego golpearla y producir la alineación de los pines. Lo primero que vamos a notar en la mayoría de los sistemas anti-bumping es el diseño de la llave, el cual está realizado para dificultar su reproducción.
Con este propósito la llave posee complejos patrones de acanaladuras y perforaciones en sus caras, adicionalmente, la mayoría de los sistemas anti-bumping utilizan llaves patentadas, que requieren autorización especial para ser fabricadas.
Llaves magnéticas
En un tipo de llave que se puede conseguir en el mercado, una versión de estas llaves consiste en una tarjeta similar a una tarjeta de crédito que posee una banda magnética. Este tipo de llave es típica de algunos hoteles, ya que tiene la ventaja, de que, en caso de extravío de la llave, su configuración puede ser desactivada fácilmente.
Estas llaves de tarjeta magnéticas tienen la ventaja de no ser tan molestas de cargar como las llaves tradicionales. Estas llaves pueden ser también usada, para permitir el acceso a varias personas a unas áreas específicas, los cual es típico en algunos ambientes de trabajo, como grandes corporaciones.
Llaves con mando a distancia
Es un dispositivo electrónico que sustituye a la llave mecánica tradicional y utiliza una señal de radio para abrir por ejemplo las puertas de un coche de un garaje. Su alcance está restringido a unos cuantos metros.
Requieren para su funcionamiento de una fuente de energía (baterías), lo mismo ocurre para el dispositivo receptor de la señal de radio. Para que un transmisor controle al receptor, se requiere de codificación, con la intención de que otros transmisores no autorizados puedan tener acceso.
Llaves maestras
Una llave maestra, es una llave que ha sido acondicionada para poder abrir varias cerraduras de un mismo tipo.
El uso de estas llaves es típico de sitios con un gran número de habitaciones u oficinas, donde se requiere, que ciertas personas puedan tener acceso a todos los espacios, sin necesidad de portar copias de todas las llaves.
Es típico, por ejemplo, que el personal de servicio de un hotel tenga una llave maestra que permita darle acceso a todas las habitaciones. La misma situación se presenta para el caso de una empresa con muchas oficinas.
La llave maestra funciona en cualquier cerradura con la cual es compatible porque sus picos tienen alturas que pueden alinear sobre la línea de corte, a cualquier contra-perno de ese grupo.
Llaves de percusión
Las llaves de percusión son herramientas típicas de los cerrajeros, usadas para abrir cerraduras, cuando no se dispone de llave, empleando la técnica del bumping.
Esta técnica consiste en golpear el extremo de la llave una vez introducida en el cilindro, para hacer desplazar los pines y lograr la alineación que permita girar la llave y activar el mecanismo de la cerradura. Estas llaves se fabrican específicamente para cada tipo de cilindro.
Lamentablemente, el conocimiento de la técnica del bumping se ha generalizado, así como las habilidades para construir las llaves que permita producir el efecto de percusión en los cilindros. Por otro lado, los fabricantes de cerraduras se están esmerando en diseñar cilindros cada vez menos susceptibles a la aplicación de esta técnica.
Cuál es la llave más segura
Si lo que deseamos es rodearnos de la mayor seguridad posible en nuestros hogares y negocios es importante que estemos pendientes de los avances de las técnicas de seguridad a la par de las tendencias de los delitos en nuestro entorno.
La idea general, es hacer la mejor inversión costo, beneficio, riesgo, ya que una mayor seguridad no solo puede implicar el uso de un buen conjunto llave cerradura, sino la incorporación de otros elementos como puertas acorazadas o blindadas y protecciones especiales a otros puntos vulnerables de la edificación.
Sin embargo, por una relativamente pequeña diferencia en costo, podemos hacernos de sistemas de cerraduras que resistan los principales ataques como son el bumping, el taladrado, el ganzuado, la extracción del cilindro con mordazas, etc.
Es importante a la hora de adquirir una combinación de llave-bombín, verificar las especificaciones y las certificaciones ofrecidas por el conjunto, las cuales, si no están orientadas para imposibilitar el tipo de ataque, lo están para a hacerlo más difícil o que tome más tiempo.
La recomendación final es que indistintamente del tipo de llave que se use, es menester cuidarlas y evitar su extravío.